Bodas de Plata de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de El Buen Suceso

Por un Ecuador auténticamente cristiano, grandiosa demostración de sacrificio, piedad y ufanía en el siglo XXI: Rosario de la Aurora en Honor a Nuestra Señora de El Buen Suceso





    2 de Febrero del 2011. Conmemoración del Rosario de la Aurora en Honor a Nuestra Señora de El Buen Suceso.

    Qué significa conmemorar el buen suceso? Cuál es ese buen suceso? Qué es un suceso ? En que momento se convierte en un buen suceso?

   Un suceso no es algo meramente circunstancial, se convierte en buen suceso, en digno de nota, cuando se origina de algo que requiere de cuidado, empeño, dedicación, esfuerzo, desembocando en el resultado esperado.

   El suceso es hijo del esfuerzo, de la dedicación y del heroísmo. Es ahí que se dá un buen suceso.

   Precisamente marcadas demostraciones de sacrifício, piedad y coraje caracterizaron el Rosario de La Aurora en Honor de la Santísima Virgen en Quito.



   Ora, si por un lado, Nuestra Señora de El Buen Suceso bien puede ser considerada la Patrona de todos aquellos que están entregados a una ardua tarea, a una enorme responsabilidad, que tienen delante de sí una serie de cosas difíciles por hacer pero con la mirada puesta siempre en ese gran resultado, con mayor razón es Ella la Patrona de todos aquellos que luchan por la obtención de un buen suceso al servicio de Su causa.

   Por tanto, es bien merecido calificar como un buen suceso el de todos quienes en las tinieblas de la noche del neopaganismo de nuestros días, trabajan para que nazca el sol del Reino de María(*) siendo la lucha por este advenimiento, lenta y muy ardua.

   Para quienes asisten al Rosario de la Aurora la lucha es individual, y ciertamente la más dura de todas: la lucha interior. Batallar contra las malas inclinaciones, contra las pasiones desordenadas, contra los actos de orgullo e impureza, contra las modas inmorales, contra el pecado.


   Así, siendo el Reino de María admirablemente un buen suceso, un magnífico suceso, porqué no nombrar también a Nuestra Señora de El Buen Suceso como la Patrona de la aurora del Reino de Ella en la tierra?

   Pedir la gracia de trabajar y luchar por la implantación del reino de la Santísima Virgen, he ahí el sentido auténtico del Rosario de la Aurora.



  Por medio de las oraciones de la Sierva de Dios, Madre Mariana de Jesús Torres, nuestra eficaz intercesora ante Nuestra Señora de El Buen Suceso, pidamos a María Santísima en estos momentos tan difíciles:

  “Oh! Madre de El Buen Suceso, venga a nosotros Vuestro reino, sea hecha Vuestra voluntad así en la tierra como en el Cielo”

   Es el reino de Ella. Es el reino de Nuestro Señor Jesucristo en su más perfecta expresión solo que más quintaesenciado: es el reino de María!




    (*)San Luis María Grignion de Monfort (1673-1716) en su Tratado de La Verdadera Devoción a La Santísima Virgen prevé la implantación en la Tierra de una era “en la cual las almas respirarán a María como el cuerpo respira el aire” y en la que innumerables personas “se transformarán en copias vivas de María”(Cap. VI, art. V). A dicha era el santo la denomina Reino de María. Esa profecía se relaciona orgánicamente con las de Nuestra Señora de El Buen Suceso. En ellas, luego de prever varias calamidades para el Ecuador y el mundo, la Reina de los Cielos afirmó:

   “Llegarán momentos en los cuales, al parecer todo estará perdido y paralizado, y entonces será feliz principio de la restauración completa. Es llegada mi hora, en la que Yo de una manera asombrosa destronaré al soberbio satanás, poniéndole bajo mi planta, encadenándole en el abismo infernal, dejando por fin libre a La Iglesia y a la Patria de esa cruel tiranía” (Diario “El Ecuatoriano” 4 de Abril de 1951)