Más de cuatro décadas proclamando el Santísimo Nombre
de Nuestra Señora de El Buen Suceso
El lunes 28 de Julio de 1941, a través de las noticias de los diarios, el Ecuador entero asistía al acontecimiento público sobrenatural más importante de toda su historia.
El día anterior, domingo 27, en la Iglesia perteneciente al Convento de la Limpia e Inmaculada Concepción de Quito, numerosos fieles se hicieron presentes con motivo de celebrarse el último día del Triduo en Honor de la Santísima Virgen de El Buen Suceso pidiendo a Ella su protección ante la inminente guerra tras la invasión peruana del 41.
Dicha protección se haría de tal
modo evidente, cuando a partir de las siete de la mañana, la Portentosa Imagen,
colocada en el Altar principal de la iglesia, parpadeaba milagrosamente y su
rostro se iluminaba y mudaba en medio de colores celestiales.
“El Milagro del 41”, como de inmediato se lo llamó, fue presenciado desde las siete de la mañana hasta mediadas las tres de la madrugada del día siguiente por más de treinta mil personas que allí habían asistido. Poco después, las tropas peruanas daban marcha atrás y la guerra no fue declarada.
La noticia del prodigioso hecho recorrió el Ecuador de un extremo a otro, y traspasando incluso las fronteras, recayó en Sao Paulo, siendo allí leída por el ilustre catedrático y líder católico brasileño, Profesor Plinio Corrêa de Oliveira. Fue la primera información acerca de la Virgen de El Buen Suceso en sus manos y que motivaría que pocas décadas después, a inicios de los años setenta, enviase a Quito a uno de sus más cercanos discípulos, con el propósito de obtener mayor información al respecto. De la profunda vida interior del Dr. Plinio, considerado un ardoroso apóstol de la difusión del Mensaje de Fátima, provenía su certeza del triunfo del Inmaculado Corazón de María. Por esto, al recibir en sus manos tal documentación quedó impresionado por la enorme relación existente entre lo dicho por La Madre de Dios a los tres pastorcitos en 1917 y lo revelado también por Ella en la ciudad de Quito hace cuatro siglos.
“El Milagro del 41”, como de inmediato se lo llamó, fue presenciado desde las siete de la mañana hasta mediadas las tres de la madrugada del día siguiente por más de treinta mil personas que allí habían asistido. Poco después, las tropas peruanas daban marcha atrás y la guerra no fue declarada.
La noticia del prodigioso hecho recorrió el Ecuador de un extremo a otro, y traspasando incluso las fronteras, recayó en Sao Paulo, siendo allí leída por el ilustre catedrático y líder católico brasileño, Profesor Plinio Corrêa de Oliveira. Fue la primera información acerca de la Virgen de El Buen Suceso en sus manos y que motivaría que pocas décadas después, a inicios de los años setenta, enviase a Quito a uno de sus más cercanos discípulos, con el propósito de obtener mayor información al respecto. De la profunda vida interior del Dr. Plinio, considerado un ardoroso apóstol de la difusión del Mensaje de Fátima, provenía su certeza del triunfo del Inmaculado Corazón de María. Por esto, al recibir en sus manos tal documentación quedó impresionado por la enorme relación existente entre lo dicho por La Madre de Dios a los tres pastorcitos en 1917 y lo revelado también por Ella en la ciudad de Quito hace cuatro siglos.
Diario "el Ecuatoriano", Quito, 4 de Abril de 1951 |
A partir de entonces se daría inicio
a una búsqueda seria y compenetrada. La Providencia colocaría en el camino,
escritos valiosísimos. Primero, lo publicado por el Diario quiteño “El
Ecuatoriano" el 4 de Abril de 1951, conteniendo un resumen de las
revelaciones hechas durante la Colonia por la Santísima Virgen en su
advocación de Nuestra Señora de El Buen Suceso a una de las
religiosas fundadoras del Convento de La Inmaculada Concepción de Quito, la
Madre Mariana de Jesús Torres, y poco después, la obra “Vida de La Madre
Mariana de Jesús Torres", de autoría del Fraile Franciscano de origen
portugués, muerto en olor de santidad, Padre Manoel de Souza Pereira, ésta
última fuente de inspiración hasta el presente de todas las existentes en relación al tema.
Así, en 1973, arrancaría la incansable gesta de la difusión de la devoción a Nuestra Señora de El Buen Suceso por todo el Ecuador, primero a través de la revista Reconquista, conteniendo detalladamente sus Revelaciones y un poco más tarde por medio de incansables caravanas de jóvenes que, visitando incluso los sitios más recónditos del país distribuían, millares de estampas en dos presentaciones. Dichas estampas contenían en su reverso una lindísima Oración, así como trechos de las Revelaciones hechas por la Reina del Cielo a la Madre Mariana de Jesús Torres.
El 2 de febrero de 1991 la portentosa Imagen de Nuestra Señora de El Buen Suceso era Coronada Canónicamente como Reina y Patrona de Quito, y la Iglesia perteneciente al Convento de la Inmaculada Concepción era a su vez declarada, Santuario Mariano.
Estampa de Nuestra Señora de El Buen Suceso publicada en 1973 |
Cuarenta años han transcurrido y en todo
este tiempo Nuestra Señora de El Buen Suceso se ha dado a conocer a los fieles,
paso a paso, poco a poco, luego de reposar en la incógnita por más de
trescientos cincuenta años cuál tesoro escondido en un jardín. Hace una década
el número de asistentes al Rosario de La Aurora en Honor a su Fiesta, el 2 de
Febrero no pasaba de 150 personas; en el año 2010 en
que se conmemoraron 400 años de la Aparición en que la Santísima Virgen mandase
a elaborar la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de El Buen Suceso, concurrieron
8 mil personas..! En la siguiente procesión, efectuada el 2 de febrero del
2011, asistieron catorce mil devotos !Y en el año 2012, estuvieron presentes,
quince mil de sus fervorosos devotos!
¿Por qué motivos habrá querido la Santísima Virgen, como Reina y Madre de El Buen Suceso ser honrada en estos tiempos y no en los anteriores?
¿Por qué motivos habrá querido la Santísima Virgen, como Reina y Madre de El Buen Suceso ser honrada en estos tiempos y no en los anteriores?
Ahora bien, si la devoción a Nuestra Señora de El Buen Suceso tiende hoy a
incrementarse todo esto
indica que será Ella quien salvará al Ecuador de su abatimiento moral y
religioso. Quizás en un tiempo no muy lejano, la Santísima Virgen de El Buen
Suceso verificará la regeneración moral de nuestro país y del mundo. En 1628,
así lo dejaría ver: “Muy feliz será esta República cuando en toda su extensión me conozcan
y me honren bajo esta advocación, pues será buen suceso para las almas, para
las casas, y para las familias y esta invocación será
prenda de salvación".
Prof. Plinio Corrèa de Oliveira |
Felices los devotos que han arrimado
su hombro a esta obra magna de propagar la devoción a Nuestra Señora de El Buen
Suceso, al Niño de La Cruz del Pichincha, y a la Madre Mariana de Jesús Torres,
venciendo miles de dificultades.
Delante de la Milagrosa Imagen que
exprime excelentemente y como ninguna otra, la fisonomía que todos imaginamos
de Nuestra Señora, a Ella rogamos insistentemente que lleve a buen término el
proceso de Beatificación de la Sierva de Dios, Madre Mariana de Jesús Torres,
de quién, a propósito, celebramos hace poco,
377 años de su partida junto a Aquella que la consideraba “Mi Hija
Predilecta".
“Las Revelaciones de Nuestra Señora de El Buen Suceso son el camino de Luz que conducirá al mundo en medio de las tinieblas, a su Divino y Adorado Hijo"...
Acogiéndonos a la certeza de estas palabras del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, cuyo nombre sus discípulos recuerdan con enlevo y gratitud, colocamos esta página y sus respectivas publicaciones a los Sagrados Pies de la Celestial Priora implorándole poder continuar lo que el Dr. Plinio un día comenzó...
“Las Revelaciones de Nuestra Señora de El Buen Suceso son el camino de Luz que conducirá al mundo en medio de las tinieblas, a su Divino y Adorado Hijo"...
Acogiéndonos a la certeza de estas palabras del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, cuyo nombre sus discípulos recuerdan con enlevo y gratitud, colocamos esta página y sus respectivas publicaciones a los Sagrados Pies de la Celestial Priora implorándole poder continuar lo que el Dr. Plinio un día comenzó...
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